FRIDA, LA MÁS FAMOSA DE LAS PINTORAS

MITOS Y LEYENDAS

Por Ignacio Gutiérrez Zaldivar

La columna rota, 1944.

Vivió solamente 47 años (1907-1954), mejicana y con padre alemán (dedicado con éxito a la fotografía), a los seis años pasa 9 meses en cama por la poliomielitis que le deja una pierna más corta que la otra. Cuando cuenta 18 años viajaba en un autobús que fue colisionado por un tranvía y sufre quiebres en la columna vertebral, costillas, etc. Necesitó 32 operaciones para rehabilitarse parcialmente, ahí en la cama nuevamente comienza a pintar y se estima que hay unas 150 pinturas realizadas, la gran mayoría de pequeño formato, casi todas con un criterio autorreferencial y con una mayoría de autorretratos donde se destacan sus tupidas cejas.

Sólo se realizó una exposición suya en vida y fue el año anterior a su muerte. Ella concurrió en una cama de hospital y en el medio de la galería saludaba a los visitantes.

El más famoso pintor mejicano era Diego Rivera con quien se casa en 1929. Durante diez años practicaron un “poliamor” donde Rivera y ella eran infieles (Frida tanto con hombres como León Trotsky, como también con mujeres). Se divorcian y al año se vuelven a casar.

El venado herido, 1946.

Vivían donde ella nació, que es la denominada Casa Azul, hoy Museo Frida Kahlo, uno de los más visitados de Méjico D.F.

Solamente se ofrece una pintura por año a la venta y en la década del ochenta se pagaban menos de 100 mil dólares. Se filtró la compra de algunas por parte de la cantante Madonna y se empezó a tener interés en ella y su vida y obra. Esto hizo no sólo subir los precios sino también generó una gran cantidad de exposiciones.

En 1995 se vende en récord su autorretrato que está en el MALBA y que fuera adquirido por Eduardo Costantini en 2,9 millones de dólares. Hace 7 semanas se vendió on-line una pequeña obra de 20×25 cm en 2,66 millones, multiplicando por seis su estimación de venta. Otra pequeña pintura con dos desnudos alcanzó los  8 millones y hoy ninguna de sus obras se vende en menos de un millón de dólares.

Frida junto a Diego Rivera.

André Breton y el grupo de los surrealistas fueron sus admiradores en vida y quisieron incorporarla al grupo, pero ella sostenía que no pintaba sueños sino su propia vida, sí lo fueron en cambio Remedios Varo y Leonora Carrington, que fueron sus contemporáneas.

Imágenes adjuntas en la nota.

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